La frase con la que abre Autopsia de un mar de ruinas: «¿Quién anda ahí?», muestra la existencia de dos elementos que serán centrales en el devenir de la novela: en primer lugar, el conocimiento de la existencia del otro y, en segundo lugar, el miedo que la existencia de ese otro produce en un contexto de guerra. Pero uno de los grandes valores de esta novela es que todos los personajes son otros para los demás y, al mismo tiempo, se convierten, a través del sufrimiento y de la angustia que se infligen, que padecen y comparten, en uno, en el mismo. Además del dolor y de la violencia que experimentan los africanos y los jóvenes portugueses por causa de la colonización y la guerra, existe otro punto en común entre ellos que sustenta la narración: el sentimiento de falta de pertenencia en relación con el territorio geográfico en el que se encuentran. Portugueses y angoleños se sienten desubicados: los primeros, a miles de kilómetros de sus casas, luchando por algo que no acaban de comprender; los segundos, desenraizados de su propia tierra, colonizada y condicionada por las normas del invasor.
La causa a favor de la cual escribe João de Melo se desdobla de la misma manera que se desdobla su discurso: los capítulos impares, con el punto de vista del «colonizador», del soldado portugués, reflejan el momento en el que se está fraguando de un modo incontrolable la desaparición del imperio, y los capítulos pares, en los que es el colonizado, el negro angoleño, el que habla, acompañan el despuntar de un tiempo nuevo en el que existe el surgimiento de la nación angoleña. Es decir, confluyen en esta obra, de un modo engarzado, el punto de vista portugués como parte de la guerra en África, literatura de la guerra colonial, y la perspectiva africana que lucha por la liberación y la independencia, literatura de combate. Pero no se trata de una novela maniquea, por cuanto los diversos puntos de vista no constituyen perspectivas estancas. Las voces que aparecen en esta novela se superponen y se complementan, se entremezclan. Las narraciones están articuladas, existe una ostensible empatía con el pueblo africano. En este sentido, es necesario señalar que, en el proceso de descolonización de las naciones africanas, hay, en palabras del sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, «un sentido compartido de liberación, tanto para el colonizador como para el colonizado» .
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Las percepciones de desplazamiento y dualidad y de articulación con la historia […] que componen Autopsia de un mar de ruinas, junto a la excepcional riqueza estilística con la que está narrada, nos permiten afirmar que esta novela se sitúa en un lugar prominente en la literatura de la guerra colonial y de la historia de la literatura en lengua portuguesa.
Translator:
Rebeca Hernández is a professor at the Universidad de Salamanca. She holds a PhD in Postcolonial Literature in Portuguese and Translation Studies and has published extensively in these fields. She is a professional translator and has translated into Spanish O Meu Mundo não é deste Reino, "A Divina Miséria", Autópsia de um Mar de Ruínas and O Mar de Madrid, by João de Melo.